Siempre he tenido una que otra batalla que disputar, desde chico cuando no la tenía clara con esto del culturismo, sin nada alrededor, solo yo y los hierros. Luego se vino una vida con muchos sacrificios donde una batalla tras otra iba superando las metas que quería, hasta que las siguientes me demostraron que la experiencia de cada batalla puede servirte para una mejor vida.

Pero, la peor batalla que sabes cual es no siempre la pasas como quieres o, como deberías pasarla, te puede frustrar, te puede destruir, te puede… sin embargo

• Me enseñaste que las desgracias que escuchamos de los demas, también me pueden tocar a mi.
• Me enseñaste que una relacion puede romperse por mil pedazos, y con paciensa pegarlos todos y recontruirla mas fuerte que nunca.
• Me enseñaste que esa agitación, carente de sentido, que te hace reflexionar de tu propisito aquí, y que hace que no puedas respirar, no es problema de tu cuerpo, en un mal habito de vida, llamado ansiedad.
• Me enseñaste que los médicos pueden desauciarte, y eso mientas respires, pueden ser palabras carentes de sentido, inmovilizadoras, pero vencibles por la disciplina.
• Me enseñaste que cuando te dejas caer al cobijo de los brazos de la depresión, el mundo es el culpable de todo a tus ojos, pero la realidad es que esa madre en la que te cobijas y te hace apartarte de todo, nunca te abrazo, simplemente te atrapo.
• Me enseñaste que un testamento no es un reparto de bienes, es una reflexión sobre quienes hay en tu vida, y quienes simplemente son compañeros fortuitos de ella.
• Me enseñaste que cuando más sufres tú, y crees que nadie te entiende, hay alguien que sufre más aún, y tu no la entiendes, se llama mamá. Siempre te cuidó y sufre en silencio para seguir queriéndote más aún, sin que puedas percibirlo.

Pero también me enseñaste que un malestar fisico horrible en tu cuerpo, a veces es tu mente pidiendo a voces, un poco de paz. Y cuando todo esto crei asimilarlo y entenderlo, hasta el punto de empezar a olvidarlo, me revente con una mediana, para así recordar, todo lo anterior a modo de repaso.

Y solo puedo decir, GRACIAS, muchas gracias, porque luché mi peor batalla y la sigo luchando, SONRIENDO.