Los atletas que desean aprender técnicas mentales que les permitan desempeñarse mejor no tienen que viajar a un monasterio remoto en el Himalaya para estudiar con los míticos monjes budistas, pues solo necesitan cuatro sesiones de instrucción de una hora cada una. Bueno, no lo digo yo sino un curioso estudio cualitativo que un grupo de científicos británicos publicaron en 2003 en la revista Sport Psychologist y que lo resumo para todos.
El presente estudio examinó los efectos de un paquete de entrenamiento en habilidades mentales sobre el rendimiento competitivo de atletas que desarrollaron entrenamientos para triatlón en un gimnasio, evaluándose la utilización y el impacto de las habilidades mentales durante el desempeño deportivo. Aunque no eran culturistas de alto rendimiento o recreativos, nos da un panorama de algo que no siempre entrenamos, nuestra mente desde una perspectiva de relación mente-músculos.
Los cuatro atletas compitieron entre sí en diez ocasiones en un diseño de línea de base individual múltiple de un solo sujeto, el cual se utilizó para evaluar un paquete de intervención que incluía el establecimiento de objetivos, relajación, visualización y diálogo interior que conforman las técnicas mentales. En fin, los resultados indicaron que el paquete de habilidades mentales era efectivo para mejorar el rendimiento competitivo (entrenameinto para triatlón) de todos los participantes y el uso de habilidades mentales desde la fase inicial hasta las fases de intervención.
Los datos cualitativos revelaron que cada una de las técnicas mentales se empleó tanto antes como durante cada entrenamiento para triatlón y tenía diferentes impactos dependiendo de cuando se utilizaran. En este escenario, se discuten los problemas relacionados con la efectividad y el uso de la habilidad mental dentro del rendimiento competitivo de un deporte de resistencia, aunque se puede proyectar en un deporte de fuerza o la práctica de culturismo, powerlifter, strongman u otras que se inventan por ahí.
¿Cómo se desarrolló este curioso estudio mental?
Se trabajó con esos cuatro atletas hombres de entre 19 y 21 años, que pasaron mucho tiempo en el gimnasio de la Universidad de Portsmouth. Los investigadores invitaron a los participantes a hacer un triatlón simulado (entrenamiento de triatlón) que consistió en 2 kilómetros de remo, 5 kilómetros de ciclismo y 3 kilómetros de carrera; al finalizar el período de prueba, cada uno de los atletas participaron en una entrevista estructurada en un intento de desarrollar una comprensión de cómo se estaban empleando las habilidades mentales dentro del entorno competitivo.
Las entrevistas fueron realizadas por el mismo investigador, que tenía experiencia en métodos de investigación cualitativa; cada entrevista se basó en cuatro preguntas principales para cada una de las técnicas mentales dentro de la intervención. Por ejemplo, al discutir sobre visualización, las preguntas que se hicieron incluyeron:
- ¿Cómo usaron la visualización antes del evento deportivo?
- ¿Cómo usaron la visualización cuando estaba remando en máquina?
- ¿Cómo usaron la visualización cuando estaba en la máquina de ciclismo? y,
- ¿Cómo usaron la visualización cuando subieron al ergómetro/carrera?
Además de preguntas estructuradas utilizadas en cada una de las entrevistas, predeterminadas adicionales, se utilizaron preguntas de investigación y elaboración recomendadas por Patton (1990)
para cada nueva fuente de datos. En este contexto los atletas aprendieron a establecer metas realistas para ellos mismos, además aprendieron a hacer ejercicios de relajación, por lo que estaban menos estresados antes y durante el entrenamiento de triatlón. Como un plus de las técnicas mentales, aprendieron cómo podrían prepararse para los momentos difíciles a través de ejercicios de visualización y finalmente, aprendieron a animarse durante el entrenamiento de triatlón a través del diálogo interior, ¿interesante no?.
Al analizar los datos, los británicos diseñaron las siguientes figuras que muestran que los atletas pudieron completar su sesión de entrenamiento en un tiempo más corto después de haber aprendido sus técnicas mentales (fase de intervención).
El presente estudio demuestra que un paquete de entrenamiento de habilidades mentales que combina el establecimiento de objetivos, la relajación, las imágenes y el diálogo interno fue beneficioso para mejorar el rendimiento competitivo de un atleta, por lo menos de un deporte de resistencia y, si bien este modelo aún no fue testado en el culturismo, hay cosas a tener en cuenta para traspolar este paquete de entrenamiento a culturistas de alto rendimiento.
¿Trabajas tu mente para trabajar tu cuerpo?