n los últimos tiempos, hemos sido testigos de una proliferación de dietas atípicas y estrategias alimenticias diversas que, amparadas bajo el paraguas de la innovación y promesas de resultados rápidos y efectivos, han cautivado la atención de una población cada vez más ansiosa por alcanzar ideales estéticos y de salud.
En este apartado hablaré de varios temas:
- a) ¿Por qué la gente opta por adoptar estas dietas de moda en lugar de seguir una dieta básica y balanceada?.
- b) Lo que nos dice la OMS
- c) La famosa pirámide nutricional
- d) Distintos tipos de dietas conocidas
a) ¿Por qué la gente opta por adoptar estas dietas de moda en lugar de seguir una dieta básica y balanceada?.
La respuesta puede hallarse explorando las intersecciones entre cultura, psicología y el siempre cambiante mundo de la salud y el bienestar.
En primer lugar, el atractivo de lo novedoso y prometedor siempre ha tenido un lugar preponderante en las elecciones humanas. Las dietas novedosas, que a menudo vienen acompañadas de estrategias de marketing bien elaboradas, capturan la atención mediante la promesa de resultados que se obtendrán de manera más rápida y con menos esfuerzo en comparación con las estrategias alimenticias tradicionales.
Aquí, la psicología del deseo juega un papel crucial; las personas naturalmente gravitan hacia soluciones que ofrezcan gratificación instantánea y eludan los caminos percibidos como más arduos o menos emocionantes. Vivimos en la sociedad exprés, donde la gente lo quiere todo para antes de ayer, y lo quiere todo de una forma sencilla, sin esfuerzo y si puede ser mediante una píldora mágica mejor.
Es por esto que mucha gente, de mayor o menor credibilidad se sube al carro de lanzar dietas que prometen todo aquello bueno de una dieta, sin el esfuerzo de parecer que estas haciendo dieta, sin encima esto lo hace una persona que goce de credibilidad por la sociedad, como un médico o deportista exitoso.
Se genera un gran caldo de cultivo para sacar a la luz dietas muy poco prácticas, e incluso nocivas, pero que rápido captan la atención de la gente, salen como modas y se quedan relegadas en el olvido la gran mayoría en poco tiempo.
Hay otras, sin embargo, basadas en aspectos más científicos, buenas para cierta parte de la población, como por ejemplo diabéticos, en las que alguien sabe adaptarlo para la población general y se pasa de dietas concretas para gente concreta a dietas universales para fines universales como adelgazar.
La gran mayoría son dietas para quemar grasa sin esfuerzo, ya que como vimos en otro apartado, la gran mayoría de los problemas dietéticos actuales son por sobrealimentación o malas elecciones dietéticas y no por falta de alimento.
Se alude a cuestiones antropológicas, fisiológicas, de desarrollo de la especie, un sinfín de motivos aparentemente lógicos pero que suelen esconder tras de si simplemente el deseo de hacer caja de algunas personas.
Además, el fenómeno de las dietas de moda puede entenderse en el contexto de una sociedad que valora en gran medida la apariencia física y donde la presión social por adherirse a ciertos estándares de belleza puede ser intensa y omnipresente.
Las dietas de moda, entonces, no solo venden un método alimenticio, sino también una imagen deseable, un estatus y un sentido de pertenencia que es profundamente atractivo para muchos.
En el marketing, es bien sabido que para vender un producto hay que apelar a las emociones de los sujetos, creándoles una necesidad, hacerles ver que tienen una necesidad, y que necesitan un solucionador a dicha necesidad, que curiosamente yo te puedo ofrecer.
En este sentido, las redes sociales y celebridades ejercen una influencia significativa, al proyectar una imagen de éxito, salud y bienestar asociada a estas dietas novedosas.