El sistema inmunológico necesita cuidados durante una fase de entrenamiento de alta intensidad para garantizar la salud adecuada del individuo.
Parece haber un gran debate sobre qué efecto tiene el ejercicio muy intenso sobre el sistema inmunológico; algunos argumentan que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, mientras que otros pasarán horas diciéndonos lo dañino que puede ser.
Desafortunadamente, la respuesta no siempre es tan clara como podríamos esperar porque en realidad, ambos lados son correctos. Los entrenamientos de fatiga total, especialmente cuando estás enfermo o lesionado puede dificultar que el sistema inmunológico realice sus tareas normales de defensa cotidianas.
Cualquier atleta que haya tenido un episodio de gripe, una infección u otro período inmune desafiante, será el primero en decirle el costo que puede tener en su entrenamiento. De lo que no nos damos cuenta es que el entrenamiento intenso, por sí solo, puede causar tanto daño a corto plazo a tu sistema inmunológico como las condiciones mencionadas anteriormente.
La investigación en varios planos ha sugerido que el entrenamiento de alta intensidad (superior al 90% del VO2max, o casi al agotamiento) generalmente es seguido por un colapso del sistema inmune. Con una duración de entre 3 y 72 horas, dependiendo de la persona en cuestión, muchos expertos creen que hay varios factores que contribuyen a este período de vulnerabilidad.
¿Qué pasa realmente después de entrenar intenso?
Por ahora, todos hemos escuchado historias y hemos visto comerciales que se centran en la hormona del estrés cortisol. Pero ten algo en mente: el entrenamiento de alta intensidad es una de las situaciones más estresantes que el sistema inmunológico encontrará porque miles de millones de reacciones químicas se disparan, y los niveles hormonales están por todas partes.
- El uso de oxígeno se dispara,
- La entrada masiva de ácido láctico obliga al cuerpo a extraer reservas alcalinas de los huesos y otras fuentes minerales densas.
- Las reservas de ATP se agotan,
- Los tejidos musculares se rasgan y desgarran y obligan a otros sistemas a responder en forma de reparación y producción de energía.
Toda esta conmoción puede enviar incluso al sistema inmunológico más sensible a un frenesí de inspiración lunática, lo que le inducirá a tener dificultades para mantenerse al día o sano… Miedo ¿eh?… y, pensar que esta locura interna ha estado ocurriendo cada vez que entrenas.
Pero en lugar de tirar la toalla, creo que podemos tomar algunas medidas complementarias simples para asegurarnos de que nuestros cuerpos estén preparados y bien alimentados después del ataque que sigue a una sesión intensa.
Hecho correctamente, y junto con tácticas de entrenamiento inteligentes, estas tácticas pueden ayudar a evitar que su sistema inmunológico arroje una toalla propia.
Quédate en casa y asesórate si quieres entrenar intenso