La diabetes y la resistencia a la insulina están estrechamente relacionadas, siendo la resistencia a la insulina un componente central en el desarrollo de la diabetes tipo 2.
Esta diabetes no requiere de insulina exógena en la mayoría de los casos, pero si de un control glucémico severo diario. No consumir mucha carga glucémica, tomar medicamentos tipo metformina que ralenticen estas cargas glucémicas, ejercicio físico y bajar de peso suelen ser las recomendaciones para esta patología.
¿Qué es la insulina?
La insulina es una hormona producida por el páncreas que ayuda a las células del cuerpo a absorber glucosa (azúcar) de la sangre para usarla como energía o almacenarla para uso futuro.
La resistencia a la insulina ocurre cuando las células del cuerpo no responden adecuadamente a la insulina. Como resultado, el páncreas produce más insulina para intentar hacer que las células respondan y absorban la glucosa.
Con el tiempo, este esfuerzo adicional puede sobrecargar al páncreas, lo que eventualmente reduce su capacidad para producir insulina.
Aparte de sobrecargar el páncreas, este exceso continuo de insulina genera ciertas patologías, debido a su acción sobre ciertas proteínas del cuerpo y ciertos tejidos, pudiendo producir arterosclerosis, calcificación arterial, inflamación crónica de bajo grado, síndromes metabólicos, etc.
Cuando el páncreas no puede mantenerse al día con la demanda de insulina, los niveles de glucosa en la sangre pueden aumentar, lo que puede llevar al desarrollo de prediabetes o diabetes tipo 2.
La prediabetes es una condición en la que los niveles de glucosa en la sangre son más altos de lo normal, pero no lo suficientemente altos como para ser clasificados como diabetes. Sin cambios en el estilo de vida, como mejorar la dieta, aumentar la actividad física y perder peso, la prediabetes puede progresar a diabetes tipo 2.
En resumen, la resistencia a la insulina es una condición que puede preceder y contribuir al desarrollo de la diabetes tipo 2.
¿Por qué surge la resistencia a la insulina?
La resistencia a la insulina surge cuando las células del cuerpo no responden adecuadamente a la insulina. Este problema se desarrolla por varias razones y tiene múltiples efectos en el cuerpo.
Causas de la Resistencia a la Insulina
Genética: La predisposición genética juega un papel importante. Las personas con antecedentes familiares de diabetes tipo 2 tienen mayor riesgo de desarrollar resistencia a la insulina, pero esta normalmente no se manifiesta con unos hábitos adecuados.
Sobrepeso y Obesidad: El exceso de grasa, especialmente en el área abdominal, aumenta el riesgo de resistencia a la insulina, ya que las células grasas liberan sustancias que pueden afectar la sensibilidad a la insulina. De hecho, este parece ser el mayor indicativo de que se produzca la resistencia, no por la obesidad en si misma, que también, sino más bien por el proceso hasta llegar a la obesidad, que no es ni más ni menos, que consumir de forma habitual más calorías de las necesarias.
Inactividad Física: La falta de actividad física contribuye al sobrepeso y afecta la capacidad de las células para responder a la insulina. Un musculo trabajado, consume mas energía, por lo que tu glucógeno estará mas vacío y esta glucosa ingerida tiene más fácil donde ir sin ningún problema. Además, a mayor masa muscular, mayor cantidad de receptores a la insulina, y por ello mas eficacia de la insulina en su acción.
Dieta Pobre: Una dieta alta en azúcares refinados, grasas saturadas y trans puede contribuir al desarrollo de resistencia a la insulina. Esto es por que son muy calóricas, fáciles de comer y dan mucha hambre debido a las hipoglucemias reactivas que provocan (son hipoglucemias que siguen a una hiperglucemia debido a la dieta, cuando el azúcar en sangre sube muy rápidamente, el cuerpo lucha contra esto bajándola severamente de la sangre, llegando a niveles de hipoglucemia)
Edad: El riesgo aumenta con la edad, especialmente después de los 45 años, aunque la resistencia a la insulina también puede ocurrir en jóvenes. También aumenta mucho con el descenso de la testosterona o la menopausia en la mujer.
Alteraciones del Sueño: La falta de sueño o trastornos del sueño pueden afectar las hormonas que regulan la glucosa en la sangre. El descanso esta relacionado directamente con la ghrelina y la leptina, hormonas de saciedad y hambre, por lo que un déficit de descanso puede trastocar todo este proceso.
Efectos en el Cuerpo
La resistencia a la insulina puede llevar a varios problemas de salud, incluyendo:
- Aumento de los niveles de glucosa en la sangre: Lo que puede provocar prediabetes y eventualmente diabetes tipo 2.
- Acumulación de grasa en el hígado: Conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico.
- Alteraciones en el metabolismo de lípidos: Aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Síndrome Metabólico: Un conjunto de condiciones que incluye alta presión arterial, alto nivel de azúcar en sangre, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura y niveles anormales de colesterol o triglicéridos.
Hábitos que Generan Resistencia a la Insulina
- Dieta Inadecuada: Consumo elevado de azúcares simples, alimentos procesados y grasas saturadas.
- Sedentarismo: La falta de ejercicio físico regular.
- Sobrepeso y Obesidad: Especialmente la grasa acumulada alrededor del abdomen.
- Fumar: El tabaquismo puede afectar la sensibilidad a la insulina.
- Consumo Excesivo de Alcohol: Puede desempeñar un papel en el desarrollo de resistencia a la insulina, esto es por que el alcohol es meramente energía inútil, impide que se use como fuente de energía la glucosa por lo que es más fácil tener hiperglucemias, además las bebidas alcohólicas en su mayoría están muy cargadas de glucosa.
- Estrés Crónico: Puede afectar los niveles de insulina y glucosa en la sangre. Producir mucho cortisol de forma crónica, conlleva a subidas de glucemia constantes y encima los corticoides producen directamente resistencia sobre los receptores glut4 encargados de la glucosa.
Sin duda, los 3 primeros hábitos son los mas extendidos e influyentes.
Para mitigar el riesgo de resistencia a la insulina, se recomienda adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular, mantenimiento de un peso saludable, reducción del estrés y evitar el consumo de tabaco y alcohol en exceso. aumentar la masa muscular es un forma muy útil, practica y efectiva de disminuir la resistencia a la insulina.