Entre otras me habéis preguntado sobre los problemas alimenticios relacionados con las dietas como la ansiedad, y que de una manera más cercana y comprensible, escriba sobre mis experiencias. Algunas personas por sufrir trastornos alimenticios al comenzar una dieta de competición, y otras por tenerlos y poder superarlos realizando dietas, tanto de subida de peso, como de bajada.
No puedo hablar sobre trastornos alimenticios que haya tenido ni anteriormente, ni a día de hoy, a excepción de cuando tengo una dieta tan baja en calorías que si que me los provoca, mi nivel de grasa es mínimo, las calorías que ingiero son menos que las que gasto, y mi cuerpo y mi cabeza piden comida Sí o Sí, necesitan sobrevivir.
Hablaré de cómo me siento, como intento solucionar el problema y cuando creo que debo parar
Soy una persona de comer bastante, siempre lo fui y no me solían llamar la atención los dulces, de hecho a día de hoy fuera de mi etapa de competición tampoco es que los pruebe mucho, que eso no quiere decir, nunca, ¿eh?. Sin embargo cuando estoy a dieta de definición solo busco algo dulce que poder llevarme a la boca, me lo pide el cuerpo constantemente e intento suplir esa necesidad por algo que si pueda tomar, por ejemplo el café con sacarina me sacia bastante,
Soy una adicta al café y sobre todo en esta etapa, intento dosificar los chicles, gelatinas…etc. la verdad es que en esos días la cabeza es una maravilla para crear nuevos platos y comidas adaptadas a la dieta…
Pues bien, llega el día de la competición y todo magnifico y genial, te subes a la tarima compites, acabas… ¿y que sucede?. Que tu cabeza solo piensa en comer… (ésta es mi gran lucha… intento mejorarla con cada competición). ¡Sólo quiero pegarme la gran zampada! Y, así sucede comienzo a comer, comer y comer… hasta el punto que alguna vez he tenido que ir al baño porque me he sentido indispuesta con sudores fríos, escalofríos… no entraba mas en mi estómago, y aquello no iba ni para arriba, ni para abajo… ¿os ha pasado alguna vez?, pues si…esto es ansiedad, para mi esto se convierte en un trastorno alimenticio, comes sin conocimiento, lo que sea da igual, no controlas, no ves el fin ni aunque estés saciada y tu cuerpo haya dicho ¡basta!, ¿y que feliz somos verdad?.
Que feliz somos forzando nuestro cuerpo, ¿lo habéis pensado alguna vez?, que feliz somos después de haber sometido a nuestro cuerpo a un estrés tan grande sin apenas comer nada, para después de repente… ¡tachan!. Lo inflo a comer… ¿y por que?. Porque no controlamos nuestra cabecita, nuestro cuerpo nos decía ¡basta!, y nosotras lo hemos forzado como obsesionadas… ¿es un problema?.
Bajo mi punto de vista si que lo es… pero tanto a nivel de salud físico, como a nivel mental… no controlamos… no nos educamos, y encima lo tomamos a risas… ¡ojo! y la primera yo, ¿eh?
Y después de todo este destrozo… vuelve la dieta de competición, y claro, la descarga seguidamente en algunas ocasiones y lo pasamos tremendamente mal… hemos abusado mucho, los hidratos nos provocan mas hambre, lo pasamos peor todavía y nos hemos puesto malas… todas unas joyas, vamos…, ahora nos toca sufrir más aún y vuelve la ruleta, más ansiedad… etc.
¿Qué hacemos ante esto de la ansiedad?
Lo poco que he aprendido en competición es que hay que controlar, en muchas ocasiones mie entrenador y compañero Rober me lo ha dicho, que controlase, que no era sano y efectivamente es así; no tenemos control sobre esa actitud que tomamos, y creo que eso nos lo da la experiencia, darnos e intentar recordar que nos hemos sentido mal, que no nos aporta nada bueno e intentar comer hasta que nuestro cuerpo diga hasta aquí, no nuestro instinto asesino de dulces, pizzas, hamburguesas…etc.
Ahora sí… llega la última competición, terminamos la temporada, y de repente solo pensamos en que queremos ser las gorditas más felices del mundo y al carajo ¡todo!, ¡ya he sufrido lo suficiente!, ahora quiero vivir la vida, disfrutar de las comidas, salidas, amigos/as, de mis vacaciones en la playa, o Fiestas de Navidad y tooodo… por supuesto acompañado con comidas, si puede ser, ¡una doble! Por favor…
No digo que esté mal ni mucho menos, pero se nos va de las manos, nos venimos arriba y no controlamos, y vuelvo a decir que yo la primera, y si, es necesario comer y recuperar, está claro, yo suelo estar de dos a tres semanas sin hacer dieta, pero intento no pasarme, y mira que es difícil porque soy una ¡ansias!, cojo mi grasa correspondiente y aprovecho para entrenar, e intento compensar el comer bien con el entreno, que no quiere decir que no disfrute nunca, si me tengo que pegar algún capricho fuera de competición lo hago, ya que ni mi dieta ni mi vida es tan estricta cuando acabo, pero con cabeza y sin ansiedad… (que cuesta).
Os escribo sobre esto porque me lo habéis pedido, y porque para mi a día de hoy sigue siendo casi un reto en temporada de competición y entiendo que a mucha más gente le pasa;
Es normal que tengas hambre a todas horas, dado que el cuerpo esta bajo mínimos y es normal que cueste controlar los instintos, pero lo poco que he aprendido en este deporte es que la cabeza lo hace todo y quizás el saber reeducarnos a nosotras mismas no está tan mal, por muy tarde que sea.
Fdo. Elena Ordóñez Méndez