En los últimos tiempos, hemos sido testigos de una proliferación de dietas atípicas y estrategias alimenticias diversas que, amparadas bajo el paraguas de la innovación y promesas de resultados rápidos y efectivos, han cautivado la atención de una población cada vez más ansiosa por alcanzar ideales estéticos y de salud.
¿Por qué la gente opta por adoptar estas dietas de moda en lugar de seguir una dieta básica y balanceada?. La respuesta puede hallarse explorando las intersecciones entre cultura, psicología y el siempre cambiante mundo de la salud y el bienestar.
En primer lugar, el atractivo de lo novedoso y prometedor siempre ha tenido un lugar preponderante en las elecciones humanas. Las dietas novedosas, que a menudo vienen acompañadas de estrategias de marketing bien elaboradas, capturan la atención mediante la promesa de resultados que se obtendrán de manera más rápida y con menos esfuerzo en comparación con las estrategias alimenticias tradicionales.
Aquí, la psicología del deseo juega un papel crucial; las personas naturalmente gravitan hacia soluciones que ofrezcan gratificación instantánea y eludan los caminos percibidos como más arduos o menos emocionantes. Vivimos en la sociedad exprés, donde la gente lo quiere todo para antes de ayer, y lo quiere todo de una forma sencilla, sin esfuerzo y si puede ser mediante una píldora mágica mejor.
Es por esto que mucha gente, de mayor o menor credibilidad se sube al carro de lanzar dietas que prometen todo aquello bueno de una dieta, sin el esfuerzo de parecer que estas haciendo dieta, sin encima esto lo hace una persona que goce de credibilidad por la sociedad, como un médico o deportista exitoso.
Se genera un gran caldo de cultivo para sacar a la luz dietas muy poco prácticas, e incluso nocivas, pero que rápido captan la atención de la gente, salen como modas y se quedan relegadas en el olvido la gran mayoría en poco tiempo.
Hay otras, sin embargo, basadas en aspectos más científicos, buenas para cierta parte de la población, como por ejemplo diabéticos, en las que alguien sabe adaptarlo para la población general y se pasa de dietas concretas para gente concreta a dietas universales para fines universales como adelgazar.
La gran mayoría son dietas para quemar grasa sin esfuerzo, ya que como vimos en otro apartado, la gran mayoría de los problemas dietéticos actuales son por sobrealimentación o malas elecciones dietéticas y no por falta de alimento.
Se alude a cuestiones antropológicas, fisiológicas, de desarrollo de la especie, un sinfín de motivos aparentemente lógicos pero que suelen esconder tras de si simplemente el deseo de hacer caja de algunas personas.
Además, el fenómeno de las dietas de moda puede entenderse en el contexto de una sociedad que valora en gran medida la apariencia física y donde la presión social por adherirse a ciertos estándares de belleza puede ser intensa y omnipresente.
Las dietas de moda, entonces, no solo venden un método alimenticio, sino también una imagen deseable, un estatus y un sentido de pertenencia que es profundamente atractivo para muchos.
En el marketing, es bien sabido que para vender un producto hay que apelar a las emociones de los sujetos, creándoles una necesidad, hacerles ver que tienen una necesidad, y que necesitan un solucionador a dicha necesidad, que curiosamente yo te puedo ofrecer.
En este sentido, las redes sociales y celebridades ejercen una influencia significativa, al proyectar una imagen de éxito, salud y bienestar asociada a estas dietas novedosas.
No es raro ver a figuras públicas promoviendo diversos regímenes alimenticios, respaldándolos con sus propias experiencias de transformación y, de este modo, proporcionando una poderosa forma de validación social que puede ser difícil de resistir para sus seguidores.
Otro factor a considerar es la necesidad intrínseca de las personas de ejercer control sobre sus vidas. La alimentación, siendo un aspecto tangible y modificable de la existencia humana, proporciona un terreno fértil para ejercer dicho control. Las dietas, especialmente aquellas que proponen reglas claras y estructuradas, ofrecen un marco dentro del cual las personas pueden operar y sentir que están tomando decisiones proactivas respecto a su salud y bienestar.
Cierto es que las dietas habituales, o lo socialmente aceptado por la comunidad médica, no es más que un interés supremo por controlar las masas, ganar dinero con necesidades básicas como el comer, ya que son éstas las que fijó toda la población debe de consumir, y están llevadas por grandes empresas bien situadas de la industria alimentaria que velan por sus ingresos mas que por el bienestar social.
Pero sabiendo esto, lo ideal seria que cada persona se preocupe de ver como funcionan los nutrientes, sus peculiaridades, conocer los alimentos y comer conforma a nuestros gustos y necesidades respetando unos mínimos que garanticen la correcta nutrición.
Pero, volvemos a hacer hincapié a lo dicho anteriormente, la sociedad en general prefiere no preocuparse por las cosas y que se lo den todo hecho, bajo promesas de resultados rápidos y sin esfuerzo, gracias a dios cada vez es más relevante en la sociedad la figura del nutricionista, y a pesar de ser un oficio con carrera universitaria más o menos nuevo, goza de gran popularidad y la gente se va concienciando de que es mejor acudir a profesionales, que a las redes sociales buscando la solución que anuncia un influencer.
Es fundamental subrayar la importancia de una nutrición equilibrada y basada en evidencia científica.
No obstante, el encanto de las dietas de moda persiste, como testimonio de la complejidad de la psicología humana y de los desafíos que la sociedad contemporánea presenta en la relación con la alimentación y la imagen corporal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido una serie de directrices para promover una dieta saludable, con el objetivo de mejorar la nutrición general de las poblaciones y reducir el riesgo de enfermedades crónicas y otras afecciones relacionadas con la alimentación. A continuación, se detallan algunas de las principales recomendaciones:
Preferir Alimentos No Procesados:
Estas directrices, al ser adoptadas en la vida cotidiana y acompañadas de una actividad física regular, tienen el potencial de mejorar significativamente la salud general de los individuos y prevenir diversas enfermedades.
En general es esencial tener en cuenta que estas recomendaciones deben adaptarse a las particularidades culturales, socioeconómicas y de disponibilidad alimentaria de cada región para ser efectivamente implementadas.
La Pirámide Nutricional, una herramienta visual popularizada desde los años 90, principalmente por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).
Ha sido objeto de debate y crítica en el mundo de la nutrición por diversas razones y, aunque ha sido actualizada varias veces desde su introducción y existen múltiples variantes a nivel mundial, la versión clásica y algunas de sus iteraciones se han criticado por los siguientes motivos:
Promoción Excesiva de Cereales:
Generalmente ha estado constituida por cereales, recomendando un consumo elevado de los mismos, lo que algunos expertos consideran desproporcionado y potencialmente desfavorable para ciertos grupos de personas, especialmente para aquellos con resistencia a la insulina o diabetes tipo 2.
Ambigüedad en las Recomendaciones de Grasas:
Influencia de Intereses Económicos:
Desconsideración de Diferencias Individuales:
Distribución de Porciones:
A pesar de las críticas, la pirámide nutricional ha sido un punto de partida para la educación nutricional en muchas partes del mundo y ha evolucionado a lo largo de los años.
Actualmente, existen nuevas guías y modelos, que buscan subsanar algunas de las deficiencias observadas en las versiones anteriores de la pirámide alimenticia, presentando las recomendaciones nutricionales de una manera que se espera sea más clara y aplicable al público general.
Es vital mencionar que las estrategias de comunicación en nutrición deben seguir adaptándose y mejorando para reflejar el consenso científico actual y las necesidades de la población diversa a la que sirven.
He aquí algunos ejemplo de este tipo de dietas que menciono que surgen de la nada. Están un tiempo en el candelero y desaparecen, y ojo pueden funcionar o no, pero lo interesante aparte de su éxito, es a que costo, y para que gente o momento, analizaremos las más importantes.
Antes de pasar a cada una, me gustaría que tomen en cuenta los detalles a los distintos tipos de dieta, lo que trato en el siguiente podcast.
Dieta Atkins: Este enfoque, popularizado en los años 70, promueve un consumo bajo de carbohidratos para llevar al cuerpo a un estado de cetosis, quemando grasa para obtener energía en lugar de glucosa.
Dieta Mediterránea: No es solo una dieta, sino un estilo de vida que ha sido popular durante décadas. Se centra en la ingesta de alimentos frescos y naturales como frutas, verduras, pescado, aceite de oliva y frutos secos.
Dieta Paleolítica: Conocida también como dieta Paleo, se basa en la alimentación que se presume tenían los hombres de la Edad de Piedra.
Dieta South Beach: Surgida en los años 2000, esta dieta, creada por un cardiólogo, divide los carbohidratos y las grasas en «buenos» y «malos», y propone un enfoque en tres fases para perder peso y mantenerlo.
Dieta del Grupo Sanguíneo: Propone una alimentación personalizada basada en el tipo de sangre de una persona. Se popularizó en los años 90 y aunque tiene seguidores, carece de evidencia científica sólida.
Dieta Dukan: Esta dieta de origen francés, popular a fines de los años 2000, se centra en el alto consumo de proteínas y se estructura en cuatro fases: dos para perder peso y dos para mantenerlo.
Dieta de la Zona: Popular en los años 90, esta dieta propone un equilibrio en la ingesta de macronutrientes: 40% carbohidratos, 30% proteínas y 30% grasas. Creada por Barry Sears, propone que este balance hormonal optimiza la pérdida de peso. Como veis yo mismo propuse algo parecido a esta dieta para hipertrofia, en realidad, para mí, lo ideal es no dar importancia a un macro sobre otros, por lo que sería 33-33-33 en porcentaje cada macro, más adelante explicaremos esto mejor.
Dieta Raw Food o Crudivegana: Esta dieta, que ha tenido sus momentos de popularidad, consiste en consumir alimentos en su estado crudo y sin procesar, principalmente frutas, verduras, frutos secos y semillas.
Dieta de la Sopa de Col: Esta dieta propone consumir sopa de col a voluntad para perder peso rápidamente. Fue particularmente popular en los años 80 y es considerada una dieta de moda debido a su enfoque en un solo alimento. De esta guisa puden hacer 1000 tipos de dieta, se escoge una o 2 comidas al día escasas y variadas, y el resto de día infusiones, sopas, caldos, o cualquier otra cosa que hagas que puedas estar comiendo varias veces al día, pero cosas sin ningún aporte nutricional casi y muy bajo aporte calórico, pero evidentemente estas dietas, no tiene base en nada.
Dieta Cetogénica: Aunque ha sido utilizada desde los años 20 para tratar la epilepsia, ganó popularidad reciente como estrategia de pérdida de peso. Se caracteriza por un consumo muy bajo de carbohidratos y alto en grasas, llevando al cuerpo a un estado de cetosis. Realmente las dietas dukan y atking e basan en este tipo de dietas, pero dándole sus propios matices.
Dieta Anabólica de Mauro di Pasquali: este doctor creo una dieta con el fin de hacer crecer a los deportistas su nivel de masa muscular, sin tener la problemática de grandes dosis de hidratos, promoviendo una técnica de agotamiento de glucógeno, llenado de glucógeno.
Dieta Dsociada: La dieta disociada se basa en la premisa de que no se deben mezclar ciertos grupos de alimentos en una misma comida para facilitar la digestión y, por tanto, la pérdida de peso. La teoría detrás de esta dieta es que mezclar diferentes tipos de alimentos (por ejemplo, proteínas y carbohidratos) en una sola comida puede dificultar la digestión y, por ende, favorecer el aumento de peso.
Esta dieta clasifica los alimentos en diferentes grupos y establece reglas sobre cómo y cuándo se deben consumir estos. Algunas de las normas básicas incluyen:
Dieta por Macros: esta se ha puesto muy de moda en algunos sectores del fitness, mas que por sus resultados en mi opinión es por la necesidad de variar continuamente los alimentos, el problema de basar una dieta solo en el aporte de macros es evidente, ni se le da importancia a los micro ni a la distribución de estos.
Estas dietas han sido populares en diferentes momentos y lugares, y cada una tiene sus propios defensores y críticos.
Siempre es recomendable acercarse a un profesional de la salud antes de empezar cualquier régimen alimenticio.