Cada cual tiene sus hábitos, pero añadir alguna comida trampa de vez en cuando tampoco hace mal y menos cuando uno es un atleta de alto rendimiento.
Durante el Campeonato Nacional de Elche, MASmusculo ha hecho historia al reunir a los mejores profesionales de España en unas cuantas mesas redondas que se han popularizado entre todos; un tema controversial fue la comida trampa, el cual fue compartido por Helena Om como IFBB Pro Figure con chicas como Sara Ventura, Rakel Albundio y Noelia Segura, que hablaron como se preparan para una competición y si se debe hacer la comida trampa.
Es la primera vez que se hacía una mesa redonda de mujeres y en particular orgullosos de Helena Om como referente nacional, lo que también indica que la mujer también va teniendo más peso en este deporte que amamos y que no siempre tuvo su espacio para ellas. Ella nos cuenta que empezó en bikini y aunque nunca se ha planteado competir ni nada y al salir de Extremadura a Madrid por cuestiones de trabajo, empezó a tener algo de tiempo libre.
Una de las formas en que aprovechó ese tiempo es ir al gimnasio, empezando a competir en bikini porque le encantaba esa categoría, que no es como la de ahora, porque en su día se podría tener un poco más de músculo hasta que me conoció y le dice que ella es bodyfitness y allí debería de estar. En relación a lo que piensa Helena Om sobre la comida trampa vamos al grano dejando las historias para otra oportunidad.
Antes que nada la gente se debe plantear en saber si quiere subirse a una tarima por todo lo que conlleva y tiene objetivos serios o simplemente porque quiere subirse ya que está de moda. Al hablar de una preparación, la vida social debería estar compaginada con la preparación o de lo contrario es mucho estrés en la propia rutina que se conlleva.
Las chicas en esta mesa redonda hablaban de que llevan a todos lados sus tumpers con las comidas sin salirse de una rutina nutricional y tal porque no les molesta ya que es un hábito que han cogido y les gusta. Sin embargo, Helena Om habla de que hace una dieta al 100% de lunes a viernes, pero los fines de semana se permite alguna que otra comida trampa que estimula sus sentidos, por así decirlo; incluso cuando se le preguntó si cuando se acerca la competición esto cambia, ella admite que sigue su mismo hábito (incluidas las comidas trampa de sábado y domingo).
En este caso, está claro que cada atleta es diferente y cada preparación también, pero también se indica que en ciertas preparaciones esto no se puede hacer porque cada uno o una va justo/a. Las chicas también compartieron el pensamiento que la genética tiene mucho que ver, ya que si se tiene una genética agradecida responde mejor y llega mejor al punto de competición con una que otra comida trampa.
En este caso Helena Om responde que si esto pasa, una, como atleta responsable debería planificar las cosas un poquito antes de competir y, en su caso unas seis semanas antes teniendo en cuenta los ajustes que debe hacer y como utiliza el conocimiento y la experiencia para llegar a prepararse, con o sin una que otra comida trampa (que siempre está en su rutina). Esto le permite o nos permite tener una vida social más desahogada y menos estresante, factores que desde nuestro punto de vista influye y mucho en los resultados que vamos obetiendo y el bienestar que vamos sintiendo día a día.
También se habla que todo tiene que ver con la seguridad que uno va cogiendo con los años entorno a la comida trampa, que ya no es tal cuando las cosas están bien amarradas. Bueno el papel de la mente tiene mucho que ver y si un preparador o un/a atleta piensa diferente tampoco está mal, pues todo tiene que ver con sentirse plenos al momento de encarar tanto la preparación como la competición y este es el hecho claro en todo este asunto.
¿Cual es vuestra comida favorita?